Una caja con poderes.
Una caja con poderes.

Una caja con poderes.
Llegamos al final del programa, es martes 8 de junio, y volvemos a recorrer el entorno del Paseo del Arte portando los materiales de nuestro botiquín, esta vez con rumbo al Fablab de Medialab Prado donde nos encontramos para dar forma y materia a esta caja con poderes para curar Madrid.
Mapas, postales, banderas, canciones y tótems han ido llenando y construyendo nuestro botiquín de remedios para la ciudad, objetos con una “irónica inutilidad funcional” que es “el espejo de otra utilidad, una utilidad cultural, de significado (…) la utilidad narrativa de unos objetos que contienen historias” recogiendo las palabras de Virginia López en relación a lo que ella denomina aperos inútiles como “herramientas para no sentirse inútiles, objetos fruto de una contratación, a menudo casi improvisada y partiendo de lo que está alrededor” (2).
(2) Virginia López. Aperos inútiles.
Algunos momentos durante el proceso de fabricación del botiquín en el Fablab de Medialab Prado.
Herramientas de hospitalidad para las instituciones culturales.
Entre esas utilidades narrativas que buscábamos activar con la fabricación de este botiquín no podemos olvidar que, con este programa, buscábamos también compartir preguntas sobre el rol de los centros culturales y artísticos, sobre los museos, en relación al territorio en el que se ubican y sobre las maneras en que pueden desarrollarse también como centros de barrio, con la capacidad de reconocer y recoger el saber que habita en su proximidad. Así, aumentar estos vínculos con su entorno inmediato y, específicamente con el saber migrante que lo habita, era uno de los objetivos con los que iniciábamos las actividades de Un botiquín para mi Ciudad.
Generar red entre instituciones culturales públicas y ciudadanía, compartir perspectivas de futuro y posibilidades de la cultura como herramienta útil de transformación social, recuperar nociones de trabajo colectivo, fomentar dinámicas de colaboración entre diferentes tipos de institucionalidad y fomentar la participación activa y crítica de la ciudadanía para una incidencia en la construcción de políticas públicas en cultura eran, también, algunos de los otros retos que estaban en el origen del programa y que se trataron de abordar a través de las itinerancias e interconexiones activadas.
Nuestro botiquín listo para resonar en las calles y en las avenidas.
Remedios para poner en el centro el sostenimiento de las condiciones de vida en común.
La responsabilidad colectiva en el cuidado de la vida se hunde en nuestras ciudades y sociedades ante las nuevas lógicas de acumulación impuestas por un sector financiero global cuyas nuevas maneras de generar plusvalías implican que al sistema le sobra gente.
La expulsión y la segregación son también la norma en Madrid, una ciudad cuyo modelo de crecimiento sólo es posible a costa del desmantelamiento del bienestar de una mayoría cada vez más amplia de su población (3), una ciudad que ocupa el primer puesto de capitales europeas en segregación territorial y el segundo en desigualdad social (4).
En el marco del programa hemos querido también preguntarnos sobre cómo poner remedios, desde nuestra creciente vulnerabilidad y ante constataciones tan profundamente violentas, para poder seguir pugnando por desplazar estas lógicas del centro de la construcción de la ciudad y hacer entrar en ese espacio otras racionalidades y sistemas de organización de la vida social y política.
(3) Observatorio Metropolitano (2009) Manifiesto por Madrid.
(4) Socio-Economic Segregation in European Capital Cities. Estudio que compara la situación en 2001 frente a la situación en 2011 en las trece ciudades objeto de análisis.

Este chulo botiquín.